Blog d'en Gabriel Maria Pérez Fuster, on hi trobareu els seus escrits i més i més...
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27 d’oct. 2018
QUÈ HI PASSA PEL TEU CAP, MENUDA? © - ¿QUÉ PASA POR TU CABEZA, PEQUEÑA? ©
18 d’oct. 2018
VINT-I-SET© - VEINTISIETE©
Avui fem vint-i set anys.
Un munt d’entrebancs.
Un munt de murs infranquejables.
D’altres totalment esberlats.
Tot això en el passat.
Tot això en el present,
amb un futur, incert,
però que promet.
I el millor d’aquest camí,
sens dubte… tu.
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Hoy hacemos veintisiete años.
Un montón de obstáculos.
Un montón de muros infranqueables.
Otras totalmente rotos.
Todo ello en el pasado.
Todo ello en el presente,
con un futuro, incierto,
pero que promete.
Y lo mejor de este camino,
sin duda ... tú.
“Drets reservats
– Derechos reservados”
8 d’oct. 2018
NUEVO HOGAR - 3er Premio - II CONCURSO DE RELATOS MOLDTRANS SL
Imagen, Galería - Dibujos.net
“Dedicado a Valen Botana”
Estaba radiante, su corazón latía de felicidad por la
decisión de haber hecho lo que le rondaba por la cabeza desde hacía mucho
tiempo y no haberse atrevido a dar el paso definitivo hasta ahora.
Pero por fin ya tenía un propio hogar; de alquiler claro,
pero de momento, para varios años.
Un hogar para empezar una nueva vida sin tener que estar
pendiente de los vecinos que hasta ahora había tenido, carcas y guarros que
casi cada día le tiraban basura, ropa sucia, escupitajos, condones usados y
más porquería, sin consideración, a su pequeña y linda terracita.
Se había acabado aquel tormento, como el de no poder invitar
a nadie a cenar y charlar hasta la madrugada porque el vecino de al lado la
había amenazado en llamar a la policía por los decibelios de sus risas...
Pobre, ni siquiera podía reír los fines de semana.
Y no tendría que pagar tanto dinero del alquiler por un
cuchitril que tuvo que repintar más de una vez.
Por fin se había librado de aquella vivienda... ¡¡¡Por fin!!!
Pero dejar el lugar donde has vivido durante bastante tiempo
también deja penas y pesares: algunos vecinos que la ayudaron y otros con los
que se hicieron auténticos amigos y con quienes quisiera mantener la amistad
para siempre...
¿Cómo había podido estar tantos años en ese antro?
Sería el miedo a lo desconocido, al fracaso, al más vale
quedarse con lo que ya tienes no sea que te den gato por liebre.
Por fin un piso con dos habitaciones, cocina, comedor,
trastero con coladuria y un patio donde poder tender la ropa sin miedo a que le
cayera nada de los vecinos de arriba.
Un baño nuevo blanco, limpio y lleno de plantitas, con
pequeñas estanterías y cajoncitos donde colocar las colonias y perfumes,
pastillas de jabón, pendientes...
¡Y calefacción centralizada! ¡Maravilloso!
La única pega era encontrarse a mucha distancia de la ciudad
donde había vivido y trabaja; pero da igual, coger el tren, llevarse un libro
para los trayectos y tener paciencia: sensaciones nuevas, cambios de rutinas.
Sí, ahora vivirá en un pueblo, pero no importa, es un pueblo
donde hay de todo: restaurantes, súper, bares, parques, biblioteca, rambla,
cine...
Hoy, además,
será un día especial porque unos de los exvecinos del edificio que acababa de
dejar, con quienes había contraído mucha amistad y confianza, aquellos de los
que él trabaja en Montcada, en la empresa de transportes Moldtrans, la venían a
visitar y se había pasado toda la noche en vela.
-¿Les gustará el pisito? ¿Qué compro para el aperitivo?
¿Vendrán con la niña? ¿Qué hago de comer? ¿Compro comida preparada?... No, hago
una ensalada y un poco de carne. ¡Ay! ¡No sé qué hacer!... ¡Ya lo tengo!
Comeremos y luego los llevaré a pasear por el pueblo, seguro que les gustará
mucho.
Había puesto detallitos en los estantes, fotos tomadas por ella, dibujos también hechos por ella, porque sabe
mucho de pintar, así como de tocar el piano y dar clases...
-Pero hoy no será necesario que les toque nada, hoy
charlaremos, verán la casa y luego saldremos a pasear.
Era ya media mañana y decidió sentarse en el sofá mientras
esperaba la llegada de sus amigos. Primero encendió la minicadena, puso aquel
cd de Ella Fitzgerald y Louis Armstrong que tanto le gustaba y cerró los ojos.
De pronto sonó el timbre. Se levantó medio aturdida, con una
sonrisa de ilusión en sus labios, y frotándose los ojos se dirigió como una
autómata hacia la puerta de entrada...
Pero, al abrirla, una sensación de estupefacción y un sudor
frío tembloroso se apoderó de ella, ¡¡eran los vecinos carcas de su antigua
escalera quienes se encontraban al otro lado de la puerta!!
Él con su bigotito y la mirada pequeña y ella, encorvada y
con cara de pocos amigos, le increparon preguntándole por qué siempre hacía
tanto revuelo, que les molestaba mucho, a ellos que eran unos vecinos que nunca
se metían con nadie.
Los apartó y salió hacia el rellano, pero una vez allí
observó que era el de la antigua escalera, y gritó agriamente desde lo más
profundo de sus entrañas desmayándose acto seguido...