17 d’abr. 2021

EN LA FOSCOR - EN LA OSCURIDAD

 

blog.nuestroclima.com

Una altra inevitable nit terrible,

sense compassió,

per les muralles de la desesperació,

vaig intentar apaivagar-te,

acariciava les teves galtes, el teu front,

les espatlles.

La lluna en la distància

i els petits gnoms

jugaven a l'amagatall.

 

La mama va cridar de lluny

que et deixés,

que tornés al llit

però jo soc tossut,

vaig tornar a estirar-te,

vaig cridar ajuda a l'univers,

-un crit ofegat d'impotència-

i es va fer el silenci,

un silenci profund.

 

Olorava a victòria,

a pau,

a calma,

i vaig sortir lentament de la teva cambra,

vaig donar uns passos

amunt i avall de la sala,

gairebé exhaust,

sospirava,

ho havia aconseguit!

 

I vaig voler estar segur

que així era,

però al girar la vista

em miraves en la foscor. 

 

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Otra inevitable noche terrible,

sin compasión,

por las murallas de la desesperación,

intenté apaciguar-te,

acariciaba tus mejillas, tu frente,

tus hombros.

La luna en la distancia

y los pequeños gnomos

jugaban al escondite.

 

Mamà gritó de lejos

que te dejara,

que volviera a la cama

pero yo soy cabezota,

volví a acostarte,

grité ayuda al universo,

un grito ahogado

de impotencia,

y se hizo el silencio.

 

Olía a victoria,

a paz,

a calma,

y salí lentamente de tu habitación,

di unos pasos

arriba y abajo de la sala,

casi exhausto,

suspiraba,

lo había conseguido.

 

Y quise estar seguro

de que así era,

pero al girar la vista,

me mirabas en la oscuridad.

 

 

“Drets reservats – Derechos reservados


6 d’abr. 2021

CASAS TAPIADAS©

 


Me horroriza

ver las puertas de las casas tapiadas,

sus ventanas, inaccesibilidad completa.

¿Qué fue de quien vivió allá en algún momento?

¿Qué vivencias se habrán compartido?

Alguien iría a comprar el pan, otro u otros a trabajar cada día,

quizás una madre cuidando a sus hijos desde pequeños hasta mayores.

Posiblemente hasta habría música sonando muchas veces.

Y llantos, penas, sonrisas, carcajadas o gemidos carnales…

¿Quién sabe?

Pudo haber todo lo contrario,

pero hubo vida,

movimiento,

unos seres que respiraban,

amaban,

miraban al cielo,

exclamaban, rezaban o simplemente,

se recogían al llegar la noche.


Me horrorizan las casas tapiadas,

no por temor a espíritus merodeando,

ni sombras penetrando en la noche,

pero pienso,

¿podrán aguantar esas paredes

su interior vacío?

Quizás sea parecido a mi silencio interior,

cuando las sombras se apropian de mi sueño

y no encuentro explicación

a todas mis pesadillas.


“Derechos reservados”