Et sento cantar cançonetes
de ben lluny dels meus miralls,
sempre amb els nius de paraules
recoberts d’escuma de sentiments.
I no ets un àngel,
ni tan sols un follet escarransit.
Només un rumor que remuga
dins el meu cervell.
No sé el perquè,
però això em fa sospirar,
i així, amb tints verdosos,
a voltes escric pensaments.
I si aquests pensaments
encalmen ànimes entristides,
la meva fam queda saciada
entre afalacs d’un esperit divagant.
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Te oigo cantar canciones
de lejos de mis espejos,
siempre con los nidos de palabras
recubiertos de espuma de sentimientos.
Y no eres un ángel,
ni siquiera un duende enclenque.
Sólo un rumor que rumia
en mi cerebro.
No sé el por qué,
pero eso me hace suspirar,
y así, con tintes verdosos,
a veces escribo pensamientos.
Y si estos pensamientos
encalman almas apenadas,
mi hambre queda saciada
entre halagos de un espíritu divagando.
Barcelona, 03.10.11
querido amigo: que mi comentario en tus textos sirva para aquí, igual que mi pregunta.
ResponEliminaUn abrazo
JOSE MARIA CRIADO
ResponEliminaJosé Mª.
ResponEliminaNo he vuelto a intentar escribir ningún comentario en tublog, pero por favor, dime cuál es el nuevo blog que tembién tienes.
Gracias por todo y un abrazo bien fuerte.
Pues claro que los encalman, y si no están apenadas hasta son capaces de hacerlas soñar. Tu poesía tiene eso, un deje de transposición (no estoy segura de la palabra). Un besazo muy fuerte, Gabriel.
ResponEliminaGabri, Ya te lo había dicho que tus palabras sacian el alma, y tus pensamientos llegan como espumas cargadas de sentimientos.
ResponEliminaUn beso
Alba.
ResponEliminaUn besazo de corazón amiga, ¡qué gratificante tenerte!
Susana.
ResponEliminaEso es lo que tenemos los que escribimos en verso, la necesidad de plasmar nuestros sentimientos en ellos.
Un besazo.